Cepillar los dientes tres veces al día o después de cada alimento.

La higiene bucal no solo se trata de limpiar adecuadamente los dientes.

Se nos dice que debemos cepillar muy bien nuestros dientes y que debemos usar hilo dental. 

Pero ¿qué cepillo debemos usar?

Esta es la pregunta del millón, ya que para muchas personas el tipo o marca de cepillo no es importante. “Con que se puedan asear es suficiente”.

Pero lamentablemente esa es una idea errónea, pues al no hacer la limpieza con la herramienta adecuada, podemos pasar un mal rato.

Puesto que cada boca es diferente, no podemos usar el mismo tipo de cepillo que todo el mundo.

Por ejemplo: para una persona que tiene un  problema periodontal o que se le acaba de practicar alguna cirugía bucal; un cepillo eléctrico resultaría más perjudicial que saludable, pues al no tener un control del movimiento de la cabecilla del cepillo, se estaría lastimando más la zona afectada. Lo ideal sería que el paciente usará un cepillo manual ultra suave que le permita limpiar cuidadosamente y sin lastimar, hasta que la zona esté recuperada y su dentista le permita cambiar de cepillo.

Otro ejemplo sería, el de las personas que usan un cepillo manual y de cerdas duras.

Regularmente las personas que utilizan este tipo de cepillo, al sentir su fuerza, creen que están teniendo una buena higiene, pero contrario a lo que creen, lo único que sucede es que le están dedicando menos tiempo de lo recomendado a su cepillado, no lo están haciendo bien y además están lastimando sus encías, y dañando el esmalte. 

Hay que tener presente que si nuestras encías sangran al cepillarnos, es un indicador de que algo anda mal y hay que acudir con el dentista.

Los cepillos manuales suaves son muy buenos para limpiar, pero al tener está característica, las personas piensan qué no se están cepillando bien. Y también pasa que al pensar eso, suelen repetir el cepillado varias veces y consideran que al hacer esto se retrasan sus demás actividades.

Se recomienda que el tiempo del cepillado sea de entre 2 y 3 minutos mínimo. Y qué por la noche se dedique al menos un minuto más, ya que mientras dormimos, la cantidad de bacterias  aumenta y los gases que provocan hacen que el esmalte de nuestros dientes se empiece a desmineralizar, además de provocar mal olor.

Para acabar con los inconvenientes y recobrar la tranquilidad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda usar un cepillo eléctrico, ya que gracias a su mecanismo ya no es necesario cepillar los dientes de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. Pues su movimiento permite limpiar satisfactoriamente nuestros dientes. Se ha comprado que pueden eliminar más placa dentobacteriana que un cepillo común.

Al requerir menos esfuerzo para cepillar, las personas extienden el tiempo de higiene. Los niños se ven más interesados en cepillarse, ya que resulta divertido usar el cepillo. 

Hay cepillos que tienen entre sus funciones un temporizador y así las personas se pueden cepillar tranquilamente sin ir de prisa. 

Al tener una cabeza más pequeña que los cepillos manuales, resulta más cómodo cepillar cada diente.

No olvides que en tu rutina de higiene, además de limpiar los dientes, también debes limpiar mejillas y cepillar muy bien tu lengua. Ya que de no hacerlo las bacterias seguirán propagándose y de alguna manera equivale a una limpieza nula.

Si aún no sabes que cepillo elegir, agenda una cita con nosotros.

En Bukal contamos con profesionales de la salud bucodental que te ayudarán a elegir el cepillo adecuado y que también podrán hacerte una evaluación general sobre el estado de tu boca.

Porque cuando tú sonríes, nosotros sonreímos.

 

Paola Velázquez Molinero

Asistente en salud dental.

Perdida de piezas dentarias.

El tabaquismo además de estimular la aparición de caries, afecta de manera peculiar a las encías.

Si al mirarte al espejo mientras estás en tu rutina de higiene, notas que tus dientes se ven más grandes o que en algunas partes de la encía no hay un volumen uniforme, entonces estás presentando un posible cuadro de migración gingival.

Esto quiere decir que tu encía se está retrayendo y está dejando poco a poco al descubierto los cuellos de tus dientes.

Esto por supuesto representa un problema, ya que si la encía se retrae hasta descubrir las raíces, lo más probable es que pierdas una o varias piezas dentales.

Además de que al quedar más expuesto el diente, hay mayores probabilidades de que las caries ataquen esa zona.

Y cuál es el origen de esta condición?

Principalmente es la higiene, ya que al irse acumulando la placa dentobacteriana, ésta va empujando la encía y por ende se van descubriendo los cuellos de los dientes.

También las enfermedades periodontales no tratadas pueden ocasionar este inconveniente.

Asimismo la edad influye, ya que la reabsorción ósea también es un factor para que la migración gingival se presente.

El tabaquismo además de estimular la aparición de caries, afecta de manera peculiar a las encías. Y claramente es uno de los principales generadores de enfermedades en nuestro cuerpo.

El cepillado brusco y el uso de un cepillo incorrecto, van provocando pequeñas lesiones que más tarde se convierten en migración gingival.

La retracción de encías se puede presentar desde los 18 años si no tenemos una correcta higiene, si adoptamos malos hábitos, si no asistimos con regularidad al dentista.

Aunque suene terrible presentar está condición, lo importante es que si se detecta a tiempo, el periodontista puede ayudarte para que no siga evolucionando. 

Cabe destacar que no es posible recuperar la encía perdida de manera natural, ya que esta no vuelve a crecer. 

Sin embargo el periodoncista te podrá indicar cuál es el mejor tratamiento para solucionar tu problema.

Por supuesto que lo mejor es prevenir, asistir a consulta aunque parezca que todo marcha bien con tu boca.

En Bukal nuestros especialistas están siempre a la orden. Nuestro compromiso es con tu salud y la de tu familia.

Queremos regresarte la tranquilidad de sonreír plenamente. Porque cuando tú sonríes, nosotros sonreímos.

Paola Velázquez Molinero

Asistente en salud dental.

Lavar los dientes es un hábito que se debe adoptar desde una edad temprana.

Los dientes de leche son tan importantes como los dientes definitivos.

La higiene bucal no es una práctica que se debe hacer solo cuando los menores han completado la etapa de mudar dientes.

Contrario a lo que muchos piensan, la higiene debe comenzar desde que son bebés, es muy importante que desde el primer mes de nacimiento se le limpien las encías.

Una manera de hacerlo, es que después de alimentarlo, se puede usar una gasa húmeda con agua potable. Posteriormente se debe pasar por las encías, suavemente y con mucho cuidado de no lastimar al pequeño.

Quizá las primeras veces será un poco molesto para el bebé, pero con el tiempo se irá acostumbrando.

Alrededor de los seis meses de edad, empiezan a brotar los primeros dientes y el cuidado de limpieza puede seguir siendo el mismo que en los meses anteriores. Seguir usando una gasa para la limpieza. Es importante que la gasa que se use esté siempre limpia.

Cuando en pequeño tenga más brotes el método de limpieza deberá cambiar, ya que  con cada diente que sale, aumentan las probabilidades de que las caries también empiecen a aparecer. Por lo que es momento de llevar al nene a su primer visita al dentista, esto solo para ver que el desarrollo dental va en orden.

En esta visita el doctor revisará que no haya ningún problema con las encías y los dientes que ya han brotado y recomendará el cepillo y pasta adecuada para seguir con la limpieza.

Por lo general se recomienda un cepillo de cerdas muy suaves y una pasta dental con muy poco flúor, sabor agradable y que no es necesario enjuagar.

Si se complica que el bebé se deje cepillar los dientes, puedes dejar que juegue con el cepillo en su boca, siempre bajo supervisión para evitar que pueda hacerse daño.

Alrededor de los tres años, los pequeños ya cuentan con la mayoría de sus piezas dentales. Para que empiecen a formar el hábito del cepillado y sea algo agradable y no un suplicio, empieza a cepillar tus dientes junto a él y frente al espejo, así empezará a imitar la actividad. Ve explicando cómo se debe cepillar cada diente y al finalizar puedes tomar su cepillo y hacer el lavado tú mismo para complementar.

Cantarle mientras le ayudas con el cepillado es un tip que te ayudará para que se divierta y lo disfrute. Recuerda qué: 

“Los dientes de arriba se cepillan para abajo

los dientes de abajo se cepillan para arriba

y todos muy limpios vamos a quedar

y todos muy lindos nos vamos a poner” 🎶

Prevenir es la mejor manera de hacer que las visitas al dentista no sean un martirio para tus pequeños. Y en las clínicas Bukal contamos con el mejor equipo especializado en odontopediatría que ayudará a sonreír a tus pequeños. 

Porque cuando tú sonríes, nosotros sonreímos.

Por Paola Velázquez Molinero
Asistente en salud dental

¿En realidad los dientes deben ser tan blancos como se ve en los anuncios de la televisión?

¿Los dientes amarillentos son sinónimo de una mala higiene?

En la escuela, el trabajo, en la calle o en nuestra propia casa hemos visto una gran gama de colores en  los dientes de las personas con las que convivimos  cotidianamente.

Hemos pasado un tiempo considerable observando detenidamente nuestros dientes frente al espejo.  

Quizá también nos hemos hecho de una variedad de productos que prometen dejarnos unos dientes tan blancos y relucientes como los de Barbie y Ken.

Pero a todo esto. ¿Sabemos realmente de qué color es un diente natural?

Contrario a lo que se cree, los dientes naturales y sanos no son en realidad blancos. Recordemos qué, quien da el color al diente es la dentina. Esta generalmente es un poco amarilla, en algunas personas suele  tener un  ligero tono marrón o gris.

Lo que hace que los dientes se vean luminosos y ligeramente blancos es el esmalte, qué aunque no tiene color, el grosor de este puede determinar el tono que el diente refleja. 

La forma del diente también influye en la percepción del color. Por ejemplo si el diente tiene una superficie plana o pareja se puede notar mayor luminosidad, en cambio si es irregular con pequeñas líneas en relieve se ve más opaco.

Una persona puede tener distintos tonos de color en sus dientes aunque sean naturales y no tenga implantes o removibles.

Esto es porque el desgaste no se da de igual manera en todos los dientes.

Dependiendo del tipo de luz del lugar en el que nos encontramos, nuestros dientes se ven diferentes.

La edad influye de manera particular en el color que toman los dientes. Al pasar de los años el color se va modificando por los alimentos y bebidas que consumimos. 

El tabaco y el alcohol contribuyen a que los dientes se vean manchados, se deterioren, se presenten problemas de color, problemas de caries, sensibilidad y perdida de hueso.

El consumo de ciertos medicamentos y el padecimiento de enfermedades metabólicas también influyen en el color de los dientes. 

El  desgaste del esmalte hace que la dentina se vaya exponiendo, por lo que se acentúa el tono amarillento que la caracteriza.

Por supuesto que la técnica de higiene bucal también es determinante en el color que nuestros dientes suelen tomar.

Si no te sientes a gusto con el color de tus dientes, lo más importante es que acudas con un verdadero experto. Quien te evaluará y asesorará para que al final puedas tomar la mejor decisión respecto a qué tratamiento es el óptimo para recobrar esa luz y tranquilidad en tu sonrisa.

En Bukal ofrecemos las mejores técnicas en blanqueamiento. Nuestros expertos te brindarán toda la información pertinente y con mucho gusto atenderán tus necesidades y resolverán cualquier duda que tengas.

Porque cuando tú sonríes, nosotros sonreímos.

 

Paola Velázquez Molinero
Asistente en salud dental

¿Quiénes son candidatos a un implante?

¿Una persona joven puede usar implantes?

La perdida de alguna pieza dentaria nos puede llegar a parecer lo más terrible del mundo.

Puede hacer que nuestra autoestima se vaya por los suelos. Que nuestras relaciones cotidianas se vean afectadas por la inseguridad que nos embarga.

No obstante, en la actualidad hay una variedad de técnicas estéticas y dentales que nos harán pasar ese trago amargo de la perdida de algún diente.

Pero, ¿qué nos lleva a perder piezas dentarias?

En primer lugar, una mala higiene. Ya que la aparición de caries es muy frecuente y si se encuentran en lo más profundo del diente es posible que no sea suficiente resanar con alguna resina. 

Las enfermedades periodontales también son un factor importante. Si no se tratan a tiempo y correctamente, las encías enfermas no son lo suficientemente fuertes para mantener los dientes en su sitio.

Pero también puede pasar qué, aunque se tenga una excelente higiene y se acuda con regularidad al dentista, ocurra algún evento inesperado como un golpe y se termine perdido algún  o varios dientes. 

Ante estos problemas existe la posibilidad de recuperar el diente perdido, y es gracias a los implantes.

Los implantes son piezas quirúrgicas en forma de pequeños tornillos, hechos de titanio, que se ponen debajo de la encía y sobre el hueso maxilar. Durante el procedimiento se utiliza anestesia local y normalmente no se presentan complicaciones posteriores.

Después de implantar el tornillo y de llevar una correcta terapia de rehabilitación y cicatrización se procede a colocar la corona final. Cabe mencionar que mientras se realiza todo el proceso, se pone una pieza provisional para que el paciente se sienta cómodo.

Cuando se coloca la corona permanente, se revisa que el color coincida con el tono de los demás dientes, que no genere molestias al morder y que la apariencia sea completamente natural.

¿Y a partir de qué edad se pueden poner los implantes?

A partir de que la persona haya terminado su desarrollo óseo, que generalmente ocurre a los 18 años.

Los candidatos a implantes deben tener encías sanas y huesos fuertes. Así que si existe algún problema con las encías, lo primero que hay que hacer es tratarlas para que se recuperen y posteriormente empezar a planear la cirugía de implante dental.

En caso de que el paciente tenga perdida ósea, el dentista evaluará si es posible hacer un injerto de hueso. 

Si el paciente sufre alguna enfermedad como hipertensión y/o diabetes, será necesario llevar un control estricto de sus medicamentos con el médico de cabecera, con el fin de que no haya complicaciones durante y después la cirugía.

Las ventajas de usar un implante son muchas.

Por ejemplo: se puede seguir teniendo una labor de masticación correcta, nadie lo nota, no tienes que preocuparte de qué al hablar comer o reír se vaya a caer. O que se vaya a perder.

La rutina de higiene puede seguir haciéndose de manera habitual.

En Bukal tenemos a un excelente equipo, experto en implantología, que estará feliz de atender todas tus inquietudes y que seguirá cuidadosamente tu procedimiento para que puedas sonreír cada día. Porque cuando tú sonríes, nosotros sonreímos.

 

Paola Velázquez Molinero
Asistente en salud dental.

¿Por qué perdemos hueso dental?

¿Es posible recuperar el hueso perdido?

Nuestro cuerpo es capaz de regenerarse satisfactoriamente y a una velocidad considerable a lo largo de nuestra vida.

Mientras se es más joven, más rápido se regenera nuestro cuerpo.

Hasta antes de los treinta años el cuerpo se puede regenerar aceleradamente y mientras más nos vamos acercando al tercer piso, esa aceleración va disminuyendo. Por lo que nos resulta un poco más difícil recuperarnos de alguna lesión, una enfermedad o hasta de una desvelada.

Y de manera inequívoca estos estragos también tienen consecuencias en nuestra boca. Quizá nunca lo has pensado, pero así como se van debilitando y desgastando los huesos de otras partes del cuerpo, el hueso que da soporte a nuestros dientes también corre el mismo riesgo.

¿Y qué nos pone en peligro de perder este hueso?

Por supuesto que la edad es importante y no se diga la higiene bucal.

Siempre se recalca de manera quizá exagerada sobre las visitas al dentista, la técnica de cepillado o el uso del hilo dental. Pero nunca está de más hacer caso a estas llamadas de atención, cuando está de por medio nuestra salud. Pues tratándose de nuestro bienestar nunca es sobrado pensar en mantener o recuperar una buena salud.

Otro factor muy importante es, cuando se ha perdido una pieza dental y no se ha hecho el remplazo de ese diente con algún implante. El hueco que queda, poco a poco empieza a provocar que los dientes aledaños se muevan, que la zona afectada al no tener algo que sujetar se vaya debilitando y empiece la reabsorción ósea. Con la posibilidad de que se vean comprometidos más dientes.

La piezas removibles también pueden provocar la perdida ósea, ya que al no estar fijos y estar haciendo fricción entre la pieza y la encía, van deteriorando progresivamente la zona. Ya que hay ocasiones en las que los pacientes por pena o desidia no hablan con su doctor respecto a las molestias que su prótesis les puede ocasionar. Y lógicamente algo empieza a fallar.

Hay que prestar atención si se presenta inflamación o infección en las encías (periodontitis, gingivitis), ya que estás afecciones nos pueden llevar a perder piezas dentarias y posteriormente si no se trata, reabsorción ósea.

Si notamos o sentimos que nuestros dientes se mueven, si sentimos dolor aunque sea leve, si al rededor de nuestros labios se empiezan a formar líneas como las de las personas muy mayores. Es momento de tomar cartas en el asunto.

Si crees que algo raro está pasando en tu boca, no dudes en llamar a tu dentista para solicitar una consulta.

Y te anticipamos que si se acude a tiempo con el especialista, es probable que te sugiera una intervención en la que uno de los posibles tratamientos podría ser, el injerto de hueso.

¿Hueso? Así es, se trata de un injerto de hueso artificial que es compatible con el hueso natural. Y si todo resulta favorable, podrías solicitar un implante que te ayude a recuperar el diente perdido, si así se requiriera.

Claro que antes de iniciar con este tratamiento, se deben atender los problemas que dieron como resultado la reabsorción ósea. Y hacer la correcta evaluación y diagnóstico.

En Bukal tenemos la misión de que nuestros pacientes recuperen su salud, seguridad y bienestar bucal.

Con la ayuda de nuestros expertos podrás iniciar el proceso para tener una boca sana. Porque cuando tú sonríes, nosotros sonreímos.

Paola Velázquez Molinero
Asistente en salud dental

Los dientes son una parte muy importante de tu salud, es fundamental cuidarlos de la manera óptima y asistir al dentista con regularidad.

Las visitas al dentista deben hacerse aun cuando no tengas alguna molestia.

Los seres vivos tenemos una herramienta natural y muy poderosa que nos ayuda a poder alimentarnos de manera práctica, nos ayuda a hablar y a sentir mayor seguridad.

Esta herramienta hay que cuidarla, limpiarla y también hay que darle un buen mantenimiento; nos referimos a los dientes.

Los dientes son una parte muy importante de nuestro cuerpo y no solo se trata de lo que vemos al abrir la boca, va más allá.

Lo que estamos viendo cuando sonreímos o hablamos es apenas la punta del iceberg.

Esta parte que sobresale de nuestras encías es lo que se conoce como corona, nuestras coronas tienen un aliado muy relevante, se trata del esmalte. El esmalte actúa como una capa protectora, es muy duro y protege a la parte interna de nuestros dientes.

Debajo del esmalte se encuentra la dentina, la dentina ocupa un espacio considerable en nuestro diente, tiene una estructura permeable y también es bastante dura.

Una de las características principales de la dentina, es que da color a nuestros dientes. A diferencia del esmalte, es que este a pesar de ser su protector, no tiene color, es translúcido.

La dentina está compuesta por un 70 % de hidroxiapatita (mineral biológico formado por fosfato de calcio cristalino), mientras que un 20 % es materia orgánica y el 10 % restante, es agua.

La dentina a su vez protege a la pulpa. La pulpa está compuesta de ramificaciones nerviosas y vasos sanguíneos. Cuando sientes dolor a causa de una carie profunda o al tomar alguna bebida o alimento, la que está mandando esa información al cerebro es la pulpa a través de las terminaciones nerviosas, gracias a los vasos sanguíneos que se encuentran en ella los dientes se mantienen vivos y sanos.

La pulpa llega hasta la raíz del diente y se encuentra debajo de la encía. Es importante mencionar que lo que provoca que el diente se encuentre fijo en nuestra mandíbula, es el cemento. Este cemento natural está formado de un tejido mineralizado muy parecido al hueso que cubre la raíz y la protege.

Es indispensable que usemos solo los productos de limpieza recomendados por profesionales, ya que en el mercado y en internet circulan muchos productos o remedios caseros que lejos de ayudarnos solo atentan contra nuestra salud.

Además, es primordial que conozcamos cada parte de nuestros dientes, que los cuidemos y que asistamos con regularidad al dentista. Las visitas al dentista no deben hacerse solo cuando tenemos alguna molestia, aunque nos sintamos fantásticos, las citas de prevención evitarán que suframos la pérdida de alguna pieza de nuestra boca.

Recuerda que cada visita al dentista, nos asegura llegar con dientes más sanos y fuertes a una edad avanzada. Para nosotros es prioridad cuidar tu sonrisa , porque cuando tú sonríes, nosotros sonreímos.

Por Paola Velázquez Molinero

Asistente en salud dental 

Tener unos dientes lindos y brillantes no solo se logran con el cepillado y las visitas al dentista. Es muy importante que los dientes estén tan fuertes y sanos como el resto de nuestro cuerpo.

¿Cómo logramos esto?

La respuesta es muy sencilla, con una buena alimentación.

Gracias a los dientes y a la labor de masticación podemos tener una buena digestión. Recordemos que al tener una correcta digestión nuestro cuerpo puede aprovechar al máximo los nutrientes que nos aportan los alimentos.

¿Y cuáles son estos nutrientes?

Son las proteínas, vitaminas y minerales.

Gracias a estos nutrientes podemos tener un cuerpo sano y capaz de realizar cualquier actividad que requiera mayor esfuerzo físico.

Es por eso que si nuestros dientes trabajan para ayudar a otras partes de nuestro cuerpo, sería fabuloso que recibieran una recompensa por su arduo trabajo.

Es muy fácil proveerlos de una recompensa, y lo mejor es que no solo ellos se verán beneficiados, el resto de nuestro sistema también lo será.

¿Qué vitaminas y minerales necesitan nuestros dientes?

Calcio, vitamina D, fósforo, flúor, vitamina A, B y C.

¿En dónde los encontramos?

En los cereales, las verduras u hortalizas de color verde oscuro, así como las nueces y los frijoles, además de los lácteos y sus derivados. Estos alimentos aportan calcio a nuestro cuerpo.

Las hortalizas como los champiñones y espárragos, el ajo o la alcachofa; frutas como la uva, el coco o el melocotón; carnes, aves de corral, pescado y huevos; tubérculos como la papa, camote y zanahoria; derivados de granos como tortillas, arroz integral y avena, son algunos de los alimentos ricos en fósforo.

Pescados como el salmón, atún y trucha, son excelentes fuentes de vitamina D, así como las nueces, el aceite de hígado de bacalao, las setas y el aguacate.

Las sardinas, el bacalao, el pollo, la gelatina, la lechuga, las espinacas y las cebollas son algunas fuentes ricas en flúor.

Si has escuchado la frase «el verde es vida», no tengas duda alguna de que es verdad. La mayoría de los vegetales de hoja verde, cómo el brócoli, la col, las espinacas y las acelgas nos regalan la vitamina A.

Para seguir aportando más vitaminas y más fuerza a nuestros dientes debemos consumir alimentos ricos en vitamina B, como lo son, el pollo, la yema de huevo, carne de res, lentejas, frutos secos, plátano, granada y papaya.

No nos olvidemos de la vitamina C que aunque es muy conocida por ayudarnos a combatir las enfermedades respiratorias también es una excelente aliada para tener unos espléndidos dientes. Esta vitamina la encontramos en una variedad exquisita de frutas, como lo son: las fresas, el melón, el kiwi; en cítricos como, el limón, la naranja, la toronja, la mandarina y la lima. También al consumir jitomate, papa blanca, pimiento rojo y verde, estamos aportando esta vitamina a nuestro cuerpo.

Ahora que conoces esta gama de sabores y colores, podrás planear tu dieta de la manera más atinada para aprovechar al máximo cada bocado.

No olvides cepillar tus dientes después de cada alimento. Si quieres alejar a las molestas caries, disminuye tu ingesta de azúcares y aumenta el consumo de agua natural, ya que al mismo tiempo que te hidrata, ayuda a limpiar tus dientes después de los alimentos.

Por Paola Velázquez Molinero

Asistente en salud dental

Él está preparando para resolver cada una de tus dudas.

Usa solo productos aprobados por tu doctor.

Existe un miedo bastante arraigado en un gran número de personas, cuando se trata de visitar al dentista.

Este miedo o angustia ha hecho que muchos pacientes dejen pasar años antes de pedir una cita con el especialista.

Y dejar pasar tanto tiempo lamentablemente trae consecuencias muy graves, pues lo que hubiera sido una cita de chequeo rutinario, se convierte en una cita de intervención.

En la actualidad las técnicas para tratar a los pacientes se han pulido de una manera tan sorprendente que las molestias que se pueden llegar a tener después de una intervención son casi imperceptibles.

Por otro lado, a consecuencia del recelo que se tiene con relación a la consulta con el especialista, las personas cometen el error de buscar ayuda en los productos milagro, «las recetas caseras o los supuestos influencers».  Pero el único resultado que se obtiene, es una cura o solución pasajera y el deterioro de la salud bucodental, desencadenando más problemas de los que ya se tenían.

El dentista es la única persona que realmente te va a ayudar a tener unos dientes relucientes. Pues se ha dedicado a estudiarlos, a tratarlos, a especializarse en su anatomía y su función. Y además está entregado a hacer que los pacientes se sientan cómodos, confiados y saludables. Él está preparando para resolver cada una de tus dudas.

Un tip que te va a ayudar a tener mayor tranquilidad cada que visites a tu doctor, es que, preguntes cómo se llevará a cabo el procedimiento, qué incomodidades pueden surgir después, cómo realizar de mejor manera la limpieza de tus dientes y boca.

Si es solo una visita de revisión y tienes curiosidad por saber de algún tratamiento, no hay nada mejor que aproveches esta cita para tener de primera mano la información correcta.

Al llenar tu historia clínica no olvides anotar si tienes alguna alergia a algún medicamento o material, si estás en tratamiento por alguna enfermedad y qué medicamentos estás tomando.

Recuerda que un verdadero amigo es aquel que se preocupa por tu bienestar, que te escucha y aconseja. Es por eso que nuestros especialistas están muy interesados en ayudarte a tener una sonrisa sana, «porque cuando tú sonríes, nosotros sonreímos».

 

Por Paola Velázquez Molinero

Asistente en salud dental 

Antiguas civilizaciones ya se interesaban por el cuidado dental

La prevención es la mejor manera de tener unos dientes saludables.

El tratamiento de ortodoncia es un método que va más allá de solo tener unos dientes de foto, tiene muchos más beneficios de los que nos podemos imaginar.

Pero antes de ahondar en el tema te compartimos algunos datos curiosos.

Aunque en la actualidad hay diferentes tipos de materiales para una ortodoncia dependiendo de las necesidades de cada  paciente y que además son de la tecnología más sofisticada, sería erróneo creer que fue en la época contemporánea  en la que se empezó a desarrollar este tratamiento.

En realidad, desde la época de la Grecia antigua y el Egipto de los Faraones, se buscaba que las personas con complicaciones dentales pudieran realizarse un procedimiento de corrección de posición y reposición dental.

Hacia el siglo IV A.C. Hipócrates, médico de aquel tiempo, realizó varias anotaciones sobre las peculiaridades dentarias que veía en sus pacientes.

Entre los siglos XVII y XIX se desarrolló la ortodoncia moderna y Pierre Fouchart es considerado el padre de esta disciplina gracias a que desarrolló diferentes aparatos y tratamientos para las dificultades bucodentales, y por si fuera poco hizo lo que nadie de la época quería hacer, compartió sus conocimientos y escribió sobre ellos.

El que estos y otros profesionales de la medicina se preocuparán por la posición de los dientes llevo a entender que una sonrisa alineada nos aleja de innumerables dificultades futuras, ya que el tener un mal posicionamiento dental acarrea problema tras problema.

El desgaste ocasionado por los dientes apiñados hace que estos se vayan haciendo más pequeños y que se vayan descubriendo sus capas provocando dolor y sensibilidad.

Al estar amontonados se dificulta realizar una higiene pertinente y por lo tanto se desarrollan enfermedades periodontales que nos podrían llevar a perder algún diente.

Con el pasar de los años, nuestro cuerpo empieza a encogerse incluyendo nuestra boca, por lo que nuestros dientes se empiezan a apiñar y crecen las posibilidades de sufrir enfermedades bucodentales. Por supuesto que al tener un tratamiento de ortodoncia en los años previos evitará que tengas que desarrollar ciertos problemas.

Los brackets no sirven solo para corregir la posición de los dientes, también nos ayuda a acomodar nuestra mandíbula y mordida. Así evitamos el desgaste de este hueso y nuestra labor de masticación puede seguir realizándose sin dolor.

Aunque hay personas que después de perder sus dientes de leche lucen unos dientes alineados sin intervención del odontólogo, esto no los exime de ser candidatos para tratamiento con brackets u otros métodos, ya que hay personas que presentan una mala posición de la mordida, por ejemplo: mordida abierta, mordida cruzada o sobremordida. Lo que los lleva a tener incomodidad y desgaste del hueso de la mandíbula y claramente, desgaste dental.

Ahora que ya sabes esto, no dudes en pedir tu evaluación y diagnóstico en alguna de nuestras sucursales.

Recuerda que unos dientes alineados correctamente, además de hacerte lucir espectacular, te ayudarán a mantener una mejor salud bucodental.

Y no hay nada mejor que en este proceso vayas de la mano de un profesional. Es por eso que  nuestros especialistas están estrictamente comprometidos en cuidar tu sonrisa, por qué cuando tú sonríes, nosotros sonreímos.

 

Por Paola Velázquez Molinero

Asistente en salud dental